Jeldres alerta crisis grave en sistema de protección infantil en Chile.

Una crisis que se arrastra por más de una década
La situación del sistema de protección a la niñez en Chile continúa siendo profundamente crítica. Así lo advirtió la jueza titular de Familia y magíster en Tutela Judicial Efectiva de Derechos Fundamentales de Género y Menores, Mónica Jeldres.
“No ha cambiado, de hecho, la situación se ha agravado”, afirma con contundencia Jeldres, al recordar el informe del año 2011 sobre el Servicio Nacional de Menores (Sename), cuyas conclusiones se filtraron en 2013 y sacudieron a la opinión pública. “Encontramos situaciones graves hace más de una década, y hoy se repiten y profundizan. Eso debería golpearnos como país”, enfatizó.
Explotación sexual infantil y desprotección estructural
La magistrada abordó con preocupación el aumento de la explotación sexual infantil, el incremento de niños en situación de calle, y la ineficiencia de los mecanismos estatales.
“Chile es muy bueno para promulgar leyes, pero no actúa conforme a ellas. Hoy, los niños que vimos hace años están en condiciones más críticas. Esto no es nuevo; es sistemático”, afirmó.
Mejor Niñez: promesas incumplidas
Respecto al Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, conocido como Mejor Niñez, Jeldres es clara:
“Si no solucionamos los problemas de raíz, todo lo demás son parches. Se creó un modelo de protección administrativa, con la idea de evitar la judicialización, pero aún no se pone en práctica de forma efectiva.”
Residencias familiares: un modelo que también fracasa
La entrevistada se refirió al cierre de los antiguos centros CREA y a su reemplazo por residencias familiares, modelo que, en su opinión, no ha logrado frenar la violencia ni la vulneración de derechos.
“Lo que ocurrió fue que las bandas de explotación sexual se instalaron en las cercanías de estas nuevas residencias. Siguen teniendo acceso a los menores”, denunció la jueza.
El impacto de la segregación
Otro punto crítico señalado por Jeldres fue la segregación dentro del sistema.
“Una niña que sufría maltrato familiar era enviada a un CREA donde convivía con niños víctimas de explotación sexual. Hoy ocurre algo similar: las residencias de protección simple se ven sobrepasadas cuando se integran niños con conductas más disruptivas”, explicó.
Niños en lista de espera y sin atención
El diagnóstico de la magistrada concluye con una alerta estructural preocupante.
“Hoy existe una larga lista de espera. No sabemos con certeza en qué condiciones están los niños que necesitan protección del Estado. Eso nos habla de un problema estructural que no hemos superado y que tiende a agravarse.”